Descubren una antigua herramienta para coser pieles en Europa hace 39.600 años
11 de abril de 2023

Descubren una antigua herramienta para coser pieles en Europa hace 39.600 años

Por La redacción

Los primeros Homo sapiens utilizaban herramientas óseas para confeccionar ropa en el Paleolítico superior

Hace 39.600 años, en plena época glacial, los Homo sapiens llegaron a Europa, enfrentándose a un clima extremadamente frío y habitando en la península Ibérica junto a mamuts lanudos. En un yacimiento cercano a Barcelona, un estudio reciente ha identificado un objeto de hueso utilizado para perforar y coser pieles, permitiendo a estos humanos modernos confeccionar ropa adecuada para las condiciones climáticas.

El objeto fue descubierto en 2007 por Montserrat Sanz, arqueóloga de la Universidad de Barcelona, y un grupo de colegas en una gravera situada en la confluencia de las rieras de Canyars y Can Llong, cerca de Gavá. El yacimiento, una terraza fluvial, era una zona de caza de hienas y félidos, con una gran concentración de huesos de caballos, bóvidos y otros herbívoros. Entre estos restos animales, encontraron media docena de piedras de cuarzo y sílex talladas por humanos y el objeto de hueso que les llamó la atención.

“Ya se habían encontrado buriles que debían usarse para trabajar la piel, pero faltaba la base” – Montserrat Sanz, arqueóloga de la Universidad de Barcelona

La pieza, de unos 10 centímetros y probablemente parte de una cadera o quijada de un gran herbívoro, presenta perforaciones y marcas simétricas en su superficie. Gracias al análisis microscópico y una serie de experimentos con réplicas del hueso tallado y buriles de piedra, los investigadores determinaron que era una herramienta para coser pieles.

La importancia de la ropa a medida para la supervivencia en climas fríos

La confección de ropa a medida fue esencial para la supervivencia de los humanos del Paleolítico que vivían en ambientes de clima frío. En aquel entonces, las temperaturas en la península Ibérica eran mucho más frías que en la actualidad, con una temperatura media en el mes más frío de -8ºC.

Las agujas de coser de hueso, descubiertas en el sur de África hace unos 73.000 años y en Siberia y China hace unos 45.000 años, no llegaron a Europa hasta hace unos 26.000 años. Sin embargo, el hueso con perforaciones encontrado en Canyars sugiere que los humanos ya cosían pieles unos 14.000 años antes en Europa.

Francesco d’Enrrico, investigador del Centro sobre la Conducta de los Primeros Sapiens de la Universidad de Bergen, afirma que «la cuestión clave para la adaptación humana a ambientes fríos es poder crear ropa a medida». Aparte de la ropa, los Homo sapiens también debieron confeccionar zapatos, zurrones y tiendas utilizando herramientas similares para perforar y coser pieles.

Implicaciones del descubrimiento para el estudio de la adaptación humana

El descubrimiento de la herramienta ósea en Canyars arroja luz sobre cómo los primeros Homo sapiens pudieron adaptarse a condiciones climáticas extremas en Europa. Las técnicas de confección de ropa a medida, como perforar pieles y coserlas con hilos, fueron cruciales para su supervivencia y éxito en la región.

Este hallazgo también plantea preguntas sobre cómo evolucionaron las técnicas de confección a lo largo del tiempo. Aunque las agujas de hueso con ojo representan un refinamiento de las técnicas anteriores, d’Enrrico señala que «ser capaz de perforar pieles para hacer ropa a medida representa el verdadero punto de inflexión en la historia de la adaptación humana«.

Próximos pasos en la investigación

El estudio de la herramienta ósea de Canyars y su contexto arqueológico proporciona información valiosa sobre la vida y las prácticas culturales de los primeros Homo sapiens en Europa.

Los investigadores continuarán analizando objetos similares y yacimientos arqueológicos en otras regiones para ampliar nuestro conocimiento sobre la adaptación humana a climas fríos y las tecnologías desarrolladas durante el Paleolítico superior.

Con el avance de las técnicas de investigación arqueológica y la posibilidad de examinar objetos y contextos con mayor precisión, es probable que futuros descubrimientos sigan desentrañando el complejo pasado de la humanidad y arrojando luz sobre cómo nuestros antepasados enfrentaron y superaron los desafíos de su entorno.